Dicen que “de los errores se aprende” y es muy cierto, quizás te encuentres buscando terrenos para crear tu hogar en la naturaleza, y es por eso que te comparto algunos errores comunes que se cometen.

1 . Desconocer los gastos asociados a la escrituración como comprador.

Comisión inmobiliaria (alrededor del 3% del precio)

Gastos de escrituración o cesión del terreno

Impuestos de sellos

Honorarios escribanía

ITI (impuesto a la transferencia inmueble)

Escritura (depende de la valuación fiscal del inmueble)

2 . No conocer los reglamentos del barrio

Si no sabemos qué podemos hacer dentro del terreno que compramos, es difícil saber si realmente podremos llevar a cabo nuestra casa ideal.

Suponiendo que compramos un lote de 400m2 porque nos gusta el barrio y nos cierra el precio, y deseamos una casa de 200 m2 totales en una sola planta.

Ahora el barrio nos exige por reglamento separarnos del frente, de los laterales y del fondo, de tal manera que que nos permite solamente pisar sobre el terreno 135m2.

Cuando sucede esto nos quedan dos opciones, o resignamos metros, o construimos en dos plantas, pero lo que es seguro es que nuestro ideal no lo podemos cumplir.

3 . No tener una planificación de tu presupuesto

Para pensar en hacer una vivienda, lo ideal es planificar todo el presupuesto que vas a necesitar, y saber cómo y cuándo vas a tener que ir haciendo los desembolsos. Si necesitás financiar una gran parte de tu vivienda y no podés empezar ya, lo ideal es hacer una planificación a mediano plazo, definiendo cuánto dinero podrías ir destinando mensualmente a este objetivo.

4. Desconocer la orientación del terreno

La orientación del terreno es super personal, no te quedes con lo que puede decir el inmobiliario o el arquitecto. Acá se juega lo que vos querés en tu espacio. Querés sol en el living todo el día o preferís que sea luminoso pero no te de el rayo de sol? Querés que la pileta tenga sol todo el día, o que tenga un rato de sombra? Te gusta el rayo de sol de la luz del atardecer o del amanecer en los dormitorios? Todo esto aunque sea sin tener un diseño de tu futuro hogar, se puede analizar si es factible, para que después haya quedado nada más que en un sueño.

Y EL ERROR MAS IMPORTANTE ES…

5. No tener un estrategia general

Sin una estrategia donde analizar todas estas y otras tantas variables, como por ejemplo la cercanía de los servicios, o saber si el barrio tiene proyección a futuro, si el desarrollador del barrio tiene emprendimientos previos exitosos que confirmen que el terreno va a incrementar si valor en el tiempo, podemos cometer el grave error de no conseguir ese ideal con el que soñamos.

Cuando pensamos en irnos de la ciudad al verde, una de las primeras interrogantes que surgen es: ¿hacia qué zona ir?

En Buenos Aires, podemos elegir entre los barrios más cercanos a la capital, entre Zona Norte, Zona Oeste, o Zona Sur y cada una de ellas tiene características particulares que las diferencian unas de otras.

El surgimiento de los barrios cerrados se dio en Zona Norte, aquí comenzó a desarrollarse este estilo de vida por lo cual es donde se encuentran los barrios más consolidados. Durante la pandemia y con la gran demanda que comenzó a aparecer para comprar terrenos, los lotes sobre todo en esta zona han tenido una gran revalorización respecto a otras.

Por estas razones, Zona Norte se caracteriza por ser más cara, por tener mayormente barrios tradicionales, por ser la de mayor exclusividad tanto en los lotes, en los colegios para los chicos, y en los precios de productos en general. Las familias que se suelen establecer en zona norte tienen un perfil de mayor poder adquisitivo, ya que tienden a ser aquellas que se encuentran en los barrios más al norte de la capital y el corredor norte de las avenidas Libertador y Figueroa Alcorta, barrios como Palermo, Belgrano, Nuñez, Barrio Norte y Recoleta.

En Zona Oeste, se caracteriza por tener barrios muy variados, podemos encontrar algunos muy básicos, otros que poseen un lago gigante con playas artificiales y agua cristalina, y otros que recrean un barrio italiano del mediterráneo. Los precios y el poder adquisitivo en esta zona es de un punto intermedio entre zona norte y zona sur y tiene una oferta educativa muy variada.

En Zona Sur hay barrios un poco más despoblados, pero también se consiguen lotes de mayor tamaño y a mejor precio que en zona norte. Se pueden encontrar algunas propuestas interesantes, como por ejemplo barrios ecológicos, o dentro de algún bosque natural. En general el poder adquisitivo es un poco mas bajo, los colegios son mas económicos, y muchas familias que viven en estos barrios son de ciudades aledañas, como La Plata y alrededores. A nivel educativo también podemos encontrar propuestas muy variadas, con colegios con pedagogías alternativas, donde los chicos pueden aprender educación ambiental, emocional, emprendedurismo, educación financiera, entre otras cosas. También es un plus la cercanía a una ciudad como La Plata, que cuenta con universidades como la UNLP, o sedes de la Kennedy, Siglo XXI, USAL, entre otras.

Los deportes tales como futbol, natación, rugby, hockey, tenis, equitación, golf, polo, y deportes de agua como el remo, canotaje, kite surf, entre otros suelen ser un común denominador del estilo de vida que proponen los barrios, algunos centrándose más en algún tipo de actividad que en otra, lo que genera en parte el estilo del barrio y es algo a tener muy en cuenta a la hora de elegir un lote ya que varían mucho las expensas según que actividades deportivas se desarrollan.

Entonces podríamos decir que la elección del terreno tiene varios componentes, fácilmente identificables que tiene que ver con la clase de familias que viven allí, con el poder adquisitivo, la oferta de colegios y la calidad de los mismos, la accesibilidad, la infraestructura de servicios en las cercanías de los barrios, y a la capital. Si bien puede resultar fácil elegir un lote por lo que a uno más le gusta y quizás por el valor del terreno, a veces se dejan de lado algunas opciones más interesantes que pueden acercarse más al deseo de la familia, y puede llevarse a cabo con la planificación de una estrategia general que ayude a conseguir esa situación deseada que es el de formar un hogar en la naturaleza.

Cuando las familias se largan con un proyecto para vivir en la naturaleza, hay dos alternativas, o compran una casa ya construida, o buscan el sueño de construirse su casa a medida y funcional a su familia.

Entonces suele suceder que como es una decisión demasiado personal comienzan a averiguar por lotes, en diferentes barrios, averiguan colegios, como viajar, etc.

Y por consiguiente hacen visitas a los diferentes terrenos, para verlos, y conocer los barrios.

En la mayoría de los casos, surgen muchas incógnitas, y dudas, por las cuales a veces consultan, y otras veces no.

Lo que es interesante de observar en este primer proceso de búsqueda, es que la toma de decisión de la compra de un terreno, es tanto o mas importante que la vivienda en si. Es básicamente DONDE va a estar esa vivienda.

Tomar esta decisión de adquirir un terreno debería basarse en una estrategia general, en la cual definir un presupuesto global para la casa mas el terreno, tener una idea de que es lo que nos gustaría construir y cuanto cuesta, y adaptar el presupuesto a la búsqueda de terreno.

Si, ya con esos pequeñas observaciones se reduce la búsqueda de terrenos a los que son posibles. También podemos planificar si queremos que la galería o la piscina tengan sol todo el día o preferimos tener sombra, total o parcial según la hora del dia.

Wow, eso significa que si elegimos supongamos orientación ESTE, vamos a disponer solamente de una cuarta parte de terrenos de los que vayamos a considerar ver.

Esta planificación, se puede extender a cuestiones de presupuesto, de posibilidades de construir lo que queramos según lo permita o no el reglamento del lugar, y un monton de factores que pueden hacer posible (o no), la casa de nuestros sueños.

Muchas familias eligen el terreno donde hacer su casa sin tomar en cuenta muchas variables que hay que tener en cuenta, ignorando la mayoría de las veces que en la elección del terreno es donde decidimos que ciertas situaciones que soñamos vivir en nuestra futura casa sean posibles de realizar o no, en síntesis, es como el cimiento de lo que sea posible de hacer allí.

Entonces elegir un terreno no es tan sencillo? En realidad elegirlo es sencillo, lo que no es sencillo es determinar si lo que elegimos es funcional a lo que queremos hacer. Lo ideal es contar con la ayuda de un profesional que nos pueda acompañar en este proceso de selección, para que podamos tomar esta decisión, que es una de las mas importantes en la vida de una familia, con fundamentos sólidos y poder iniciar este proyecto de vida sobre pasos seguros.

Mas de una vez la gente se pregunta por qué viven donde viven. En un embotellamiento arriba del auto, debe ser la situación más común donde surge esta incógnita, o tal vez sea en la cola del banco.

La pandemia nos ha hecho ver como si fuese con una radiografía, las problemáticas que vivimos a diario en la ciudad, y como se potencian cuando uno tiene que vivir puertas adentro.

Nos ha enseñado, que a los departamentos en la ciudad le hacen falta espacios exteriores, conexión con la naturaleza, la posibilidad de tener un lugar de movilizar el cuerpo o hacer algo de deporte al aire libre.

Esta situación hizo que muchas familias empiecen a preguntarse. por qué vivimos donde vivimos. Por qué hay que escaparse al verde y vivir en la ciudad, y no vivir en el verde y hacerse una escapada a la ciudad? Esta creo que es una de las preguntas que atraviesan a muchas familias hoy en día, que están intentando vender su propiedad en la ciudad, para poder construirse con ese capital una casa en el verde.

La vida en la naturaleza sin duda nos aporta otros aires, otra calidad de vida, paz mental, y empieza a alinearnos con el sentido de pertenencia hacia nuestro planeta que cada día necesita que nos involucremos un poco más, ya sea sumando vegetación, generando nuestra propia huerta, contaminando menos, etc.

Volviendo a la pregunta que da título a este articulo, muchas veces encontramos que nos sentimos mucho mas a gusto cuando visitamos a algún amigo o pariente que tienen una casa en el verde, y volvemos a nuestra casa. Y si bien es nuestro hogar y lo adaptamos de tal forma para que nos haga sentir cómodos en él, hay algo en el fondo que nos hace ruido. Nos damos cuenta que vivimos en la ciudad en general, porque “nos tocó” y no porque lo hayamos elegido.

Cuántas veces estás desde la comodidad de tu sillón, mirando una peli en tu casa, y ves una escena con una casa hermosa en el medio de la naturaleza y pensás: ¡Qué lindo sería tener una casa ahí! No es ingenuo ese deseo, creo que la mayoría de las veces pensamos que esa vida es inaccesible e inalcanzable, por falta de pensarlo estratégicamente y proyectarlo, pero por sobre todas las cosas es una cuestión de decidir dónde queremos pasar la mayor parte del tiempo, en el caos? o escuchando pajaritos?